domingo, 3 de mayo de 2015

Ruth Rendell (In Memoriam)

Hace un par de noches, tan pronto escucharon el estruendo en el ático y el inspector abandonó su escondite en pos de Quadrant, supe que estaba ante una historia fuera de lo común; de aquellas que, de repente, como si de un hechizo se tratara, te sujetan por sorpresa con un puñado de palabras despertando miedos atávicos imposibles de conjurar. “From Doon with Death”, página ciento treinta y cinco, apenas quince para el final.


Unos minutos más tarde cerraba  el libro con la confirmación de haberme por fin encontrado con el genio de una gran dama sin saber que, tal vez, fuera ella quien me alcanzó en su paso discreto a la eternidad. 

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