viernes, 27 de mayo de 2016

Partículas

Contemplando su intenso titilar naranja apenas unos centímetros por debajo de la luna llena, tuve la certeza de hallarme ante una estrella poco común. Tal vez ni siquiera estrella “sino planeta”,  me aventuré a apostillar con cierta vanidad. Lástima no haber asociado ese color rojizo al astro en cuestión pues habría así culminado mi más certera y astronómica conjetura.

Cuando unas horas más tarde la prensa digital me puso al tanto de mi acierto, apenas percibí una tímida vanagloria en nada comparable al sobrecogimiento de haber asistido consciente a la presencia real de algo hasta entonces sólo imaginado: Marte expuesto no frente al universo, la galaxia o su planeta vecino; ni siquiera ante el viejo continente o la isla que me acoje. No; Marte mostrándose humilde a los ojos de un hombrecillo calvo, sin obstáculos ni barreras, conectados de manera necesaria e inevitable como dos partículas de la misma cosa.

lunes, 9 de mayo de 2016

Un ángel por primavera

Escuchó el repentino estruendo y sintió que el suelo temblaba bajo sus pies. Asustado saltó de la cama y, apartando las cortinas, se asomó al balcón.

El primer Sábado de Mayo se presentaba con un sol glorioso casi desconocido por aquellos lares y la brisa suave que le envolvió evocaba aromas largamente olvidados. Un escándalo de trinos le asaltó bullicioso y hasta el tráfico tranquilo de Manchester Road le resultó agradable.

Arrebatado por aquel súbito despertar y tal cúmulo de sensaciones, sintió la urgencia de bajar y salir a la calle. Al llegar al segundo piso un impulso jovial le recorrió de abajo a arriba imbuyéndole un gozo indescriptible que le acompañó hasta la acera.

Justo allí, una flor recién brotada resquebrajaba el murito de ladrillo.