Se
sintió mal de repente, con una sensación nueva que le produjo cierta inquietud.
De no haber sido porque se mantuvo en pie, diría que había caído inanimado y
que quedaba tendido con una expresión serena que nunca hasta entonces había
encontrado en reflejo alguno.
Quiso
irse pero le pareció descortés abandonar de tal modo. De manera que esperó a
que alguien se acercara y, sólo cuando un grupo de curiosos les hubo rodeado, decidió
que era tiempo de marchar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario