lunes, 9 de mayo de 2016

Un ángel por primavera

Escuchó el repentino estruendo y sintió que el suelo temblaba bajo sus pies. Asustado saltó de la cama y, apartando las cortinas, se asomó al balcón.

El primer Sábado de Mayo se presentaba con un sol glorioso casi desconocido por aquellos lares y la brisa suave que le envolvió evocaba aromas largamente olvidados. Un escándalo de trinos le asaltó bullicioso y hasta el tráfico tranquilo de Manchester Road le resultó agradable.

Arrebatado por aquel súbito despertar y tal cúmulo de sensaciones, sintió la urgencia de bajar y salir a la calle. Al llegar al segundo piso un impulso jovial le recorrió de abajo a arriba imbuyéndole un gozo indescriptible que le acompañó hasta la acera.

Justo allí, una flor recién brotada resquebrajaba el murito de ladrillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario