Negra oscuridad, silencio.
Diría que estoy muerto, pero siento la calma extenderse alrededor.
Sé que estoy aquí, que puedo oír y mirar,
oler, tocar, hablar, gritar mi nombre.
Pero espero.
No lo es todo esta cierta soledad.
Respiro y el aire se conmueve entorno a mí;
hay algo, lo sé.
Registro mi memoria y descubro un dulce aroma;
puedo olerlo, está aquí, casi veo su color;
si alcanzo, llegaré a tocarlo.
Penetro la oscuridad, escarbo su negro suelo,
veo luz alrededor
y en el fondo una palabra.
Que inspiración!
ResponderEliminarLa última frase nos lleva a final perfecto.
Un poema "atrapador".
Saludos!
Muchas gracias.
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