jueves, 6 de octubre de 2011

El poder de la tele

Debemos ser pocos los "españoles por el mundo" que permanecemos en el anonimato. Ahora que lo pienso, ¿no sería más sencillo darme a conocer enseñando a España entera dónde vivo, cómo trabajo, lo bien que me llevo con mi mujer y con mis hijos y contar lo mucho que echo en falta la familia, la comida y los amigos de mi patria chica? Tal vez, pero ¿sería yo capaz en mis diez minutos de gloria de haceros creer que merece la pena leer algo de lo que me empeño en escribir? Seguro que no.

Anunciar que mi primera novela ("Contra todo el mar") es un ejercicio de narrativa precoz a medio camino entre Susan E Hinton y Andreu Martín/Jaume Ribera mientras os descubro las maravillas de la ciudad de los Beatles, podría resultar algo artificial. Después de todo, ¿qué tendrían en común los "docks" grises de Merseyside con la costas abruptas donde se ambienta mi novela, las "gangs of mates" con las tribus urbanas en las que se integran mis personajes, el aire misterioso de esta ciudad oscura con la creciente intriga con que evoluciona la trama de mi obra ...El caso es que, bien mirado, tal vez la misma historia (chico desaparecido, mozalbete enamorado y enigmático forastero incluidos) podría también haberse desarrollado en Liverpool, o en cualquier otra población costera.

"Soy escritor", proclamaría pues ante las cámaras, ruborizado hasta las cejas, sin un mal argumento literario con que demostrarlo o una excusa con que justificar mi poco original afición...¿Afición?... !Profesión!... ¿Para qué, si no, tanta palabrería?

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